SEMANA SANTA
La Semana Santa de Córdoba es la manifestación pública de la fe de un pueblo. El fenómeno cofrade es una realidad poliédrica en la que se combinan factores de todo tipo –culturales, artísticos, históricos, musicales, antropológicos, etcétera- que no tienen razón de ser sin la celebración de los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Todo este mundo se articula en torno a las hermandades, que son asociaciones de fieles que, aunque parecidas a cierta distancia, cada una de ellas responde a unos orígenes y una personalidad bien distinta. Hay hermandades con siglos de historia que se fundaron para responder a necesidades sociales de barrios concretos o de colectivos profesionales. Otras se han articulado sobre la devoción de imágenes o, simplemente, por la necesidad de un templo cuente con una parroquia.
Para quien acuda por primera vez a presenciar la Semana Santa de Córdoba distinguirá, a grandes rasgos, entre las hermandades de bulla y las de silencio. Aunque las primeras se caractericen por sus vistosos colores y la alegría de su música y las segundas por el carácter fúnebre de su cortejo hay infinidad de matices que apreciar. Todo ello se va moldeando con el paso del tiempo, como fenómeno vivo que es.
Las cofradías son unos colectivos que engloban a la totalidad de la población; en sus filas hay personas de todas las edades y todas las condiciones sociales. Por esta razón, la ciudad entera se vuelca a participar cada año de esta celebración. Los cordobeses hacen gala de su Semana Santa y los vecinos de cada barrio consideran su hermandad como una pequeña embajada que se pasea por la capital.
Otra de las características fundamentales de esta celebración religiosa es que gran parte de la misma transcurre en el Casco Histórico de Córdoba, una parte del cual está declarado Patrimonio de la Humanidad. Si la ciudad es en sí un reclamo turístico de primer orden en cualquier momento del año, en Semana Santa adquiere una dimensión especial al recrear un espectáculo visual de gran calidad ante sus más destacados monumentos.
Es el recorrido que obligatoria y consecutivamente realizan las hermandades todos los días de la Semana Santa. Su trazado se ha modificado con el paso del tiempo y actualmente sólo comprende una calle y una plaza: Claudio Marcelo y Las Tendillas. En ambos espacios se disponen palcos y sillas para que cómodamente se puedan contemplar las procesiones a cambio de un precio que anualmente fija la Agrupación de Cofradías.
Aunque este recorrido no es el de mayor belleza para ninguna de las hermandades, sí es en donde son contempladas por un mayor número de personas. Además, es el punto donde se establecen las cadenas de televisión locales para realizar sus retransmisiones.
Palco de autoridades
Aunque este recorrido no es el de mayor belleza para ninguna de las hermandades, sí es en donde son contempladas por un mayor número de personas. Además, es el punto donde se establecen las cadenas de televisión locales para realizar sus retransmisiones.
Control de horarios
La Agrupación de Cofradías aprovecha la carrera oficial para controlar los horarios que cumplen las hermandades. Este asunto es de especial importancia, ya que un retraso no sólo perjudica a los espectadores, sino que también se pueden ver afectadas otras cofradías, además de ocasionar alternaciones al tráfico rodado.
Si, finalmente, decide ver las procesiones en la carrera oficial, acuda a uno de los vendedores de tickets que le informarán de las sillas que quedan libres, puesto que conseguir un palco es una tarea más difícil.