Debido a la gran distancia de la judería, este monumento no es tan conocido por los turistas. Sin embargo, es un ejemplo singular de la arquitectura medieval de la ciudad. Esta poderosa torre de planta octogonal fue construida a principios del siglo XV por obreros moriscos y formaba parte de la muralla en la zona norte de la ciudad.
En su interior cuenta con una sola sala que comunica con el exterior por delgadas saeteras y está rematada por una cúpula de media naranja. Sobre unas escaleras se llegá a la planta superior. Desde ahí se tiene una excelente vista sobre gran parte de la alquería. Desgraciadamente, en la actualidad no es posible visitar el interior de este monumento.